34. Dakota: "La transformación (parte 3)."

Abrí los ojos por completo. Lo que vi en el espejo casi me hace caer de la silla.


Una niña rubia de cabello lacio, largo y brillante me miraba, con sus ojos verdes abiertos como platos. La niña tenía algo rosa en las mejillas, brillo en los labios y tambien algo negro alrededor de los ojos. Me miraba desde allí, desde dentro del espejo, con esa mirada de sorpresa. Tardé mucho en aceptar que la niña del espejo era yo.


Estaba hecha una...cosa horrible y femenina! Parecía una de esas muñecas Barbies...que asco!


Ya no había ni rastro de las mechitas violetas, fuccias y verdes. Nunca había tenido el cabello tan peinado, brillante y rubio...tenía unos pocos reflejos más oscuros.


Si creen que exagero, compruebenlo ustedes mismos: mírenme, así me dejó Nina (sí, yo tampoco podía creer que esa era yo):




Cuando al fin pude hablar, susurré:


-Qué horror.


-¡No! ¿De qué hablas?-dijo Selena.


-Te ves preciosa-agregó Victoria.


-No pienso salir así a la calle-dije, decidida y cruzandome de brazos.


-Eso es lo que tenías que decir antes, no ahora-dijo Vic.


Me puse la capucha de mi buzo rojo, para que no me reconocieran (bueno, aunque ya estaba irreconocible así).




Salimos del salón de belleza, luego de despedirse y pagarle a Nina.


-Bueno, ¡ahora iremos de compras!-gritaron Sel y Vic, que se creían mis "estilistas".


Contra mi voluntad, me llevaron al centro comercial, uno de los lugares que más detestaba.


Fuimos a varias tiendas. Ellas eligieron varias prendas y vestidos horribles para mí. También incómodos zapatos de tacón y todas esas cosas de niñas...¿cómo les dicen? Ah, sí: accesorios.


Además de maquillaje, perfume y todo eso.


Al final me hicieron salir del centro comercial luciendo así (no me sentía nada cómoda con esa ropa, se nota perfectamente en mi rostro):




Cuando terminamos las eternas compras, fuimos a casa de Selena. Subimos las tres a su habitación.

-Bueno, ya está la parte física; ahora te enseñaremos a comportarte como una niña-anunció Victoria.

Me dieron unas lecciones bobas de cómo debía comportarme. Acá les dejo las estupideces que me enseñaron:

• Cuando te sientes debes poner la pierna izquierda detrás de la derecha.
• Debes sentarte derecha, no enconrbada.
• No camines arrastrando los pies ni encorbada y con la cabeza gacha, sino derecha y con la cabeza alta.
• No comas con la boca abierta.
• No hables con la boca llena.
• Usa un tono de voz mas agudo y no el que usas siempre con voz ronca.
• No hables sobre zombies ni nada asqueroso.
• Recuerda: No tienes poderes mentales.
• Habla sobre cosas que puedan interesarle, aunque a vos no te interesen.
• Cuando vayan al cine decile que queres ver otra película (por mucho que desees ver "Resident Evil 4"), como "Día de los enamorados", alguna romántica, NO de terror y sangre.
• Siempre sonríe y se amable y educada.
• No seas grosera.
• Y recuerda bien estas dos: 1. No hables de zombies ni nada asqueroso y 2. No tienes poderes mentales (esas dos fueron las que más me repitieron).

Bueno, también nos pasamos lo que quedaba de la tarde practicando modales (tanto en la mesa como en cualquier lado), como caminar y hablar correctamente y todo lo demás para ser una niña femenina. Fue muy dificil. Hubiera preferido ser comida y luego vomitada por un zombie.

Cuando al fin terminamos...

-¡Estamos tan orgullosas!-dijo Selena, como si fuera mi madre.

-¡Esa es nuestra Dakota!-agregó Victoria.

Las dos me abrazaron (que exageradas) y gritaron al unísono:

-¡La mejorada y renovada!